Mi nombre es Aquilina Ramírez y vengo de Porterville, California. Doy gracias a Dios que existe Cirugía Sin Fronteras, porque a los que no tenemos seguro médico, no nos quieren atender.

Mi clínica Family Health Care Network me recomendó Cirugía Sin Fronteras y cuando encontré esta organización, desde el primer día me sentí muy segura.

Me llamó una asesora, Paty, pidiéndome unos exámenes que aún no tenía, me orientó en todo, trató mi caso como si fuera su caso. Entonces la gente de Cirugía Sin Fronteras me derivó al especialista que me atendió. El médico hablaba mi idioma y podía explicarme todo y siguió con la atención de mi caso.

Después de que el médico realizó mi cirugía, también llamó a mi familia.

En el hospital me asignaron una enfermera muy cariñosa que se aseguró de que en casa tuviera todo para descansar. Gracias a Lisbeth, mi asesora de Cirugía Sin Fronteras, quien me llamó después de mi cirugía, para ver cómo estaba. Es triste, pero muchas personas no se atienden porque no tienen seguro médico y la verdad yo no sabía de Cirugía Sin Fronteras, solo había oído hablar de ella por un conocido que también se operó allí.

Empecé con dolores de estómago al levantarme, me gusta correr, pero cuando empezaba ya tenía ganas de orinar y eso era constante, pero llegué al baño y no podía hacer nada, entonces noté algo extraño que no era nada normal, y ya decidí buscar un médico. Cuando llegué a Cirugía Sin Fronteras estaba muy confundida y después de ver al especialista y saber que me iba a ayudar y que iba a hacer su trabajo me sentí muy bien. El doctor Pérez me dio confianza y me dijo que todo iba a salir bien. Después de la cirugía me dio todas las instrucciones, qué hacer y qué no hacer, y cuando se iba me dijo que volvería a tener quince años. ¡Estaba muy feliz con él! Me operó en el Memorial Hospital, muy buen hospital desde el principio hasta que me fui, todo excelente, el personal muy amable.

Dr. Pérez, doy gracias a Dios que usted existe, es una persona amable, cuidadosa con su trabajo y sobre todo por hablar nuestro idioma, que Dios lo siga usando. Gracias Doctor y a Cirugía Sin Fronteras por existir.

-Aquilina Ramirez-

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