Esta cirugía constituye el tratamiento principal contra el cáncer de recto. A menudo se administra radioterapia o quimioterapia antes o después de la cirugía. El tipo de cirugía dependerá de la etapa (extensión) del cáncer, donde está localizado, una pieza clave de información necesaria antes de la cirugía es cuán cerca del ano se encuentra el tumor, lo cual influye en el tipo de cirugía a ser realizada. Esto también puede tener un efecto sobre el resultado en caso de que el cáncer se ha propagado hacia los músculos del esfínter en forma de anillos alrededor del ano que impiden la salida de la materia fecal hasta que dichos músculos se relajan durante una evacuación intestinal.

Algunos casos de cáncer rectal en etapa inicial y la mayoría de los pólipos pueden extirparse durante una colonoscopia. Cuando el cáncer o los pólipos son extraídos de esta manera, el médico cirujano no requiere de hacer un corte sobre el abdomen.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Los signos y síntomas del cáncer del recto incluyen los siguientes:

  • Un cambio en los hábitos intestinales, como la diarrea, el estreñimiento o evacuaciones más frecuentes
  • Sangre de color bermellón oscuro o rojo brillante en las heces
  • Heces estrechas
  • Una sensación de que el intestino no se vacía por completo
  • Dolor abdominal
  • Pérdida de peso sin causa aparente
  • Debilidad o fatiga

ANTES DE LA CIRUGÍA

24 horas antes de su cirugía:

  • No coma alimentos sólidos y beba sólo líquidos claros. Es posible que le aconsejen que no coma ni beba nada (incluso agua). Pregúntele a su equipo de enfermería sobre las pautas específicas para comer y beber que deberá seguir la noche anterior a la cirugía.
  • Su colon debe estar completamente vacío antes del procedimiento. Es posible que necesite usar laxantes y/o enemas para sacar todas las heces del colon. Siga las instrucciones de “preparación intestinal” de su cirujano. 
  • Haga una lista de todos sus medicamentos y. pregunte al cirujano cuando debe dejar de tomar sus medicamentos. Hable con su cirujano acerca de sus medicamentos.
  • Haga una lista de cualquier alergia que tenga.
  • Obtenga las recetas que necesitará después de la cirugía y tenga todo listo.
  • Haga arreglos para que familiares o amigos lo ayuden mientras esté en el hospital y cuando regrese a casa.
  • Se recomienda una ducha la noche anterior o la mañana de la cirugía (2 horas antes de acudir a la clínica u hospital) con lavado correcto de piel, pelo y boca.

TIPO DE PROCEDIMIENTOS: 

  1. RESECCIÓN TRANSANAL LOCAL (RESECCIÓN DEL GROSOR TOTAL DE LA PARED DEL RECTO)

Se puede emplear este procedimiento para extirpar algunos cánceres iniciales en etapa I, que son relativamente pequeños y que no están muy lejos del ano. Por lo general, este procedimiento se hace con anestesia local (medicamento que reduce la sensibilidad), pero el paciente no está dormido durante la operación. En esta operación, el cirujano hace un corte a través de todas las capas del recto para extirpar el tumor canceroso, así como algo del tejido normal circundante. Luego se cierra el orificio en la pared rectal. Los ganglios linfáticos durante este procedimiento no se extirpan, por lo que, si el tumor ha crecido profundamente hacia el recto, se puede recomendar la radiación con o sin quimioterapia después de la cirugía.

  1. RESECCIÓN ANTERIOR BAJA

Algunos cánceres rectales en etapa I y la mayoría en etapa II o III en la parte superior del recto (cerca de donde se conecta con el colon) pueden ser extirpados mediante una resección anterior baja. En esta operación, se extrae la parte del recto que contiene el tumor. Luego el colon es adherido a la parte remanente del recto (inmediatamente tras la remoción del tumor o después en otra cirugía) para que el paciente pueda tener sus evacuaciones intestinales de la manera usual. Se realiza con anestesia general para que el paciente entre en un sueño profundo evitando que sienta dolor. El cirujano procede a hacer incisiones pequeñas (cortes) sobre el abdomen. Se extrae el cáncer y un margen (borde) de tejido normal circundante al tumor, junto con los ganglios linfáticos y otros tejidos alrededor del recto. Luego el colon se vuelve a conectar al recto restante, por lo que una colostomía permanente no es necesaria (una colostomía es necesaria cuando, en lugar de reconectar el colon y el recto, el extremo superior del colon se conecta a una abertura que se hace sobre la piel del abdomen y por la cual los residuos fecales son desechados).

Si se administra radioterapia y quimioterapia antes de la cirugía, es común que se haga una ileostomía de corto plazo (esto consiste en conectar la parte final del intestino delgado, el íleon, a un orificio que se hace sobre la piel del abdomen). Esto le da tiempo al recto para sanar antes de que los residuos fecales sean evacuados de nuevo a través del colon. En la mayoría de los casos, la ileostomía se puede revertir (se reconectan los intestinos) aproximadamente después de ocho semanas.

La mayoría de los pacientes pasará entre 4 a 6 días en el hospital después de una resección anterior baja, dependiendo de cómo se realizó la cirugía y de su estado general de salud. Puede que la recuperación tome de tres a seis semanas en casa.

  1. RESECCIÓN ABDOMINOPERINEAL

Esta operación es más compleja que la resección anterior baja. Puede que se use para tratar algunos casos de cáncer en etapa I y muchos en etapa II y III que se encuentren en la parte inferior del recto (la parte cercana al ano). A menudo es necesaria cuando el cáncer se ha desarrollado hacia el músculo del esfínter (el cual mantiene el ano cerrado para impedir la salida de las heces fecales) o cuando el tumor está cerca de los músculos que ayudan a controlar el flujo de la orina (referidos como músculos elevadores).

En este procedimiento, el cirujano hace un corte o incisión (o varias incisiones pequeñas) sobre la piel del abdomen y otra en la piel alrededor del ano. Esto permite al cirujano extirpar el recto, el ano y los tejidos alrededor, incluyendo el músculo del esfínter. Debido a la extirpación del ano, se requerirá de una colostomía permanente (el extremo del colon se conecta a un orificio que se hace sobre la piel del abdomen) para permitir la expulsión de los residuos fecales del cuerpo.

Esta operación requiere el uso de anestesia general (uso de medicamentos para que el paciente se encuentre profundamente dormido durante el procedimiento). La mayoría de los pacientes pasará varios días en el hospital después de la cirugía, dependiendo de cómo se realizó la operación y de su estado general de salud. El periodo de recuperación en el hogar puede ser de tres a seis semanas.

DESPUÉS DE LA CIRUGÍA

Cuando llegue al hospital para su cirugía, lo acompañarán al área preoperatoria para prepararse para la operación. Una enfermera tomará sus signos vitales e insertará una vía intravenosa para administrar líquidos, incluidos antibióticos para disminuir el riesgo de infección, medicamentos anestésicos y analgésicos. También se reunirá con un anestesiólogo que revisará su historial médico, hablará con usted sobre su seguridad durante la cirugía, revisará el tipo de anestesia que recibirá y responderá cualquier pregunta que pueda tener. A continuación, sus familiares y/o amigos pasarán a la sala de espera, donde permanecerán durante todo el procedimiento.

Una vez finalizada la cirugía, lo llevarán a la sala de recuperación. Permanecerá en recuperación entre una y dos horas y luego será trasladado a su habitación.

Es posible que permanezca en el hospital de dos a cinco días después de la cirugía. Dependiendo de si se somete a una cirugía mínimamente invasiva o a una cirugía abierta, mientras esté en el hospital, sus enfermeras le enseñarán cómo cuidarse durante el proceso de recuperación. Además, sus enfermeras y fisioterapeutas lo ayudarán a moverse y le enseñarán ejercicios de respiración profunda y de piernas. Estos ejercicios te ayudarán a recuperar la movilidad y mejorar tu circulación.

Inmediatamente después de la cirugía, deberá seguir una dieta de líquidos claros. Luego, el día después de la cirugía, volverá a su dieta regular.  Una vez que esté en casa, se le animará a aumentar constantemente su nivel de actividad. Evite la actividad extenuante: caminar ayuda a prevenir la formación de coágulos sanguíneos y a mantener los pulmones despejados, aunque puede subir escalones y realizar actividades livianas tan pronto como se sienta capaz de hacerlo. No se bañe ni se sumerja en agua hasta que las incisiones hayan cicatrizado.

LA IMPORTANCIA DEL SEGUIMIENTO

El médico le examinará aproximadamente cada dos o tres meses durante los dos primeros años, y hablará con usted de su evolución. Se puede realizar la prueba del antígeno carcinoembrionario (ACE), que es un método para detectar la recurrencia del cáncer. Debido a que esta prueba no es totalmente segura, es probable que se recomienden otros exámenes de seguimiento. Estos exámenes pueden incluir una sigmoidoscopia flexible (examen del recto y colon inferior con un instrumento flexible con luz), una colonoscopia (examen de todo el colon con un instrumento largo y flexible), radiografía de tórax y, en ocasiones, exámenes de tomografía computarizada (TC) o ecografías.

RIESGOS DE LA CIRUGÍA 

Los posibles riesgos y efectos secundarios de la cirugía dependen de varios factores, incluyendo la extensión de la operación y el estado general de salud de la persona antes de la cirugía. Los problemas que se pueden presentar durante o poco después de la operación pueden incluir: sangrado debido a la cirugía, infecciones en el sitio de la cirugía y coágulos sanguíneos en las piernas.

Puede que las nuevas conexiones entre los extremos del colon no logren adherirse originándose una fuga. Esto puede rápidamente generar un grave dolor abdominal, fiebre y una sensación de endurecimiento en la región estomacal. Puede que una fuga menor impida la evacuación de los intestinos, que se tenga pérdida del apetito y que no sea posible la recuperación tras la cirugía. Una fuga puede resultar en infecciones y puede que se requiera de cirugía para solucionar este problema. También es posible que la incisión en el abdomen se abra causando una herida abierta que demande de atención especial para que cicatrice.

Después de la cirugía, usted puede presentar tejido cicatricial en el abdomen que cause que algunos órganos o tejidos se adhieran entre sí. Estos tejidos cicatriciales son denominados adherencias. Normalmente los intestinos pueden deslizarse con libertad dentro del cuerpo. En raras ocasiones, las adherencias pueden ocasionar que los intestinos se tuerzan pudiendo incluso bloquear los intestinos. Esto provoca dolor e inflamación en el estómago que a menudo empeora después de comer. Puede que se requiera de otra operación para eliminar el tejido cicatricial.

Usted debe comunicarse con su cirujano de inmediato si experimenta alguno de los siguientes:

  • Náuseas vómitos
  • Fiebre
  • Diarrea
  • La herida está roja, más dolorosa o tiene drenaje
  • No defecar a los pocos días de regresar a casa.

NOTA: Esta información está destinada a proporcionar una visión general de una cirugía. No es ni pretende sustituir la atención médica profesional o una discusión entre usted y su cirujano sobre la necesidad de una cirugía. Las recomendaciones específicas pueden variar entre los profesionales de la salud. Si tiene alguna pregunta sobre su necesidad de cirugía, sus alternativas, o la capacitación y experiencia de sus cirujanos, no dude en realizar su propia investigación. Si tiene preguntas sobre su cirugía o el posoperatorio, discútalas siempre con su cirujano antes o después de su cirugía.

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